No sólo fue el feminicidio de Blanca Lilia Rodríguez dentro de un campus de la UTEG, sino el daño colateral, pues con su muerte dejó en la orfandad a dos niños, uno de tres y otro de siete años. Así lo lamentó Rodolfo Pérez, esposo dela víctima.
“Era mi vida, mis niños son mi vida, me arrancan un pedazo de mi vida, claro, no solamente mi esposa, era mi amiga, mi confidente, mi compañera, todo. Entonces, pues sí, me arrancó un pedazo del alma y me destrozó la vida, no solamente a mí, tanto a mis suegros, a nuestra familia, y pues principalmente que dejó a mis niños pequeños, no lo pudo disfrutar de ellos, como ella hubiera querido disfrutar de ellos”.
Rodolfo Perez pide las autoridades de Jalisco castigar con todo el peso de la ley al presunto feminicida de su compañera de vida.
Gustavo Cárdenas
