Hay un nuevo modus operandi de la delincuencia organizada, para deshacerse de las personas. Se trata de dejarlas encerradas con vida en bocas de registro o alcantarillas, tal y como ocurrió en Guadalajara la semana pasada, donde fue rescatado un hombre tras permanecer cinco días encerrado bajo tierra. Al respecto habla el maestro en Derecho por la Universidad de Guadalajara, Rubén Ortega:
“La manera en que la delincuencia se deshace de personas en Guadalajara, lo ocurrido en las inmediaciones de la calle Mariano Otero e Inglaterra, pusieron de manifiesto, que ya no solamente se entierran cadáveres en fosas clandestinas, sino que, los pilares de servicio público como son las alcantarillas, se utilizan para privar de la libertad y que por hambre, por sed, muera una persona”
El hombre que fue liberado tras pasar varios días, fue ingresado a un hospital con cuadro de deshidratación.
Gerardo Sedano
