Los más felices de volver a la escuela 100% presencial, si es que se aprueba, son los pequeños de tres a cinco años, pues ven el preescolar como algo divertido en donde jugar con plastilina y con sus primeros amiguitos. Leonardo, quien cursa tercero de kínder explicó a En Punto, muy a su manera que no le gustan las clases virtuales.
“El teléfono a mí no me gusta, me gusta nada más ir a la escuela, eso sí es mejor”
Su mamá nos dijo que las maestras le mandan videos para verlos en casa, pero es difícil que el pequeño mantenga la atención.
Fernanda Cortez