El gobierno de México puso fin oficialmente a la política de mantener una zona libre de pesca alrededor de las últimas vaquitas marinas que sobreviven.
La medida sustituye la zona libre de pesca de “cero tolerancia” en el Alto Golfo de California con una escala variable de sanciones en caso de que se registren reiterados avistamientos de más de 60 barcos en la región.
Debido a que México no ha sido capaz de implementar las restricciones actuales, que prohíben la presencia de embarcaciones en esa pequeña zona, los castigos de la escala variable también parecen estar condenados a la irrelevancia.
Los expertos en medio ambiente señalaron que, en esencia, la medida deja al mamífero marino más amenazado del mundo expuesto a las redes agalleras en las que queda atrapado y se ahoga. Las redes son colocadas para la captura de totoaba, un pez cuya vejiga natatoria es considerada una exquisitez en China, y se vende por miles de dólares el kilo.
Alex Olivera, el representante de México en el Centro para la Diversidad Biológica, dijo a AP que las reglas establecen una escala variable de respuestas a una situación que no debería de permitirse en primer lugar. Por ejemplo, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural informó que utilizará el 60% de su personal de seguridad si se observan 20 barcos pesqueros o menos en la zona restringida.
“Es una tontería. Se esperan a contar embarcaciones dentro de una zona llamada de cero tolerancia, donde no se permite ninguna embarcación”, señaló Olivera. “Están dejando abierto a decenas de embarcaciones”.
“Se acaba el concepto de cero tolerancia”, dijo Olivera. “Únicamente va a haber una disuasión”, añadió.
Un experto en conservación que está familiarizado con el caso, pero que no puede ser identificado por temor a represalias, comentó que las nuevas reglas “implican no proteger a la vaquita”.
“Parece que la autoridad pesquera quiere llevar a la vaquita a la extinción”, señaló el experto.
Dos barcos del grupo ecologista Sea Shepherd han trabajado con elementos de la Marina mexicana para tratar de retirar las redes agalleras de la zona, pero a menudo se ven superados en número y son atacados por los pescadores, quienes no temen en absoluto a los marinos.
Fuente: Infobae