Ricardo Monreal, el coordinador de los senadores de Morena, el partido en el poder, aseguró este domingo que el Senado mexicano está en “toda la disposición” de lograr acuerdos que contribuyan a una mejor justicia fiscal, luego de que la cumbre de ministros de finanzas y banqueros de los países miembros del G20 logró avances este viernes en Venecia en el debate para imponer un impuesto a las multinacionales y acabar con los paraísos fiscales y el “dumping fiscal”.
“Ayer se alcanzó un acuerdo histórico entre los integrantes del G20 sobre el impuesto mínimo global: no sólo progresividad fiscal, sino gravar las plataformas digitales. El Senado mexicano está listo para consensuar los nuevos requerimientos, para lograr una mejor justicia fiscal”, expresó Monreal en sus redes sociales.
Y es que este sábado en Venecia, los ministros de Finanzas del G20, el grupo de países más poderosos del mundo, aprobaron un “histórico acuerdo sobre una arquitectura tributaria internacional más estable y más justa”, que establece un impuesto global de “al menos el 15%” sobre las ganancias de las multinacionales
Según confirmó el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, el pacto para respaldar el mecanismo de fiscalidad para multinacionales fue consensuado por 130 países y jurisdicciones de los 139 que forman parte del llamado marco inclusivo de la OCDE.
“Los países del G20 se han puesto aquí de acuerdo en que quieren abordar un nuevo orden tributario internacional”, dijo Scholz en declaraciones a los medios acreditados en Venecia.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20 se han reunido durante dos días en Venecia y han llegado a un acuerdo político para secundar este sistema, que tratará de evitar que las multinacionales evadan impuestos o desvíen sus beneficios a paraísos fiscales.
Este sistema se basa en dos pilares, uno consiste en reasignar parte del impuesto sobre la renta que pagan las multinacionales a los denominados países de “mercado”, es decir, aquellos en los que desarrollan su actividad y no en el país sede; y en la aplicación de un tipo mínimo del impuesto de sociedades de, al menos, el 15 % a las empresas con una facturación como poco de USD 890 millones.
El impuesto mínimo global afectaría a menos de 10 mil grandes empresas.