
Ciudad Universitaria, Ciudad de México.- Poblaciones bacterianas que potencian la fertilidad del suelo, generan biofertilizantes, conservan la biodiversidad y promueven la restauración ecológica de zonas agrícolas, fueron descubiertas por un grupo de investigación de la Unidad Académica de Estudios Territoriales (UAET) Oaxaca, del Instituto de Geografía de la UNAM.
El equipo, encabezado por Mario Alberto Martínez Núñez, del Observatorio Genómico de Oaxaca, adscrito a la UAET, caracterizó la composición y diversidad de comunidades de bacterias presentes en suelos de tres agroecosistemas tradicionales del Geoparque Mundial UNESCO Mixteca Alta.
“Se utilizaron técnicas de secuenciación del gen 16S Rrna para caracterizar la composición y diversidad de las comunidades bacterianas presentes en los suelos de tres agrosistemas tradicionales: lama-bordos, terrazas y valles. Esto permitió identificar grupos microbianos dominantes y predecir funciones metabólicas asociadas a la fertilidad del suelo, el ciclado de nutrientes y la supresión de enfermedades”, explicó Martínez Núñez.
El biólogo y doctor en ciencias bioquímicas destacó: Los sistemas agrícolas ancestrales como los lama-bordos y terrazas, construidos hace más de tres mil 400 años, han favorecido condiciones edáficas (relativas al suelo) ricas en materia orgánica. Aunque los agricultores no identificaban microbios de forma explícita, su conocimiento tradicional sobre el manejo de este ha creado ambientes que promueven comunidades bacterianas benéficas.
Los suelos del Geoparque Mixteca Alta albergan principalmente Proteobacteria, Actinobacteria, Acidobacteria y Chloroflexi, además de familias como Solibacteraceae, Sphingomonadaceae y Gemmatimonadaceae. Estos grupos participan en procesos como descomposición de materia orgánica, formación de agregados del suelo, supresión de patógenos, ciclado de carbono y nitrógeno, y promoción del crecimiento vegetal.
Subrayó que al identificar bacterias con funciones clave en el ciclado de nutrientes, la formación de materia orgánica estable, la mejora de la estructura del suelo y la protección frente a patógenos, se abre la posibilidad de reforzar prácticas agroecológicas que ya forman parte del conocimiento tradicional, potenciando la fertilidad natural del suelo sin depender del uso intensivo de agroquímicos.
También es posible desarrollar bioinsumos locales basados en consorcios microbianos característicos de los lama-bordos, terrazas y valles, lo que puede traducirse en biofertilizantes o bioestimulantes adaptados a la región. Asimismo, promover la restauración ecológica en zonas degradadas, empleando el conocimiento sobre microbiomas como indicador y herramienta para recuperar suelos y mejorar la productividad agrícola.
Secuenciación genética
El científico detalló que la caracterización de los microbiomas (conjunto completo de microorganismos, sus genes y los metabolitos que producen), mediante herramientas de secuenciación de nueva generación y análisis genómicos, permite identificar genes y rutas metabólicas clave relacionadas con el ciclado de nutrientes, degradación de materia orgánica, promoción del crecimiento vegetal y supresión de patógenos.
Con estos resultados, es posible usar la genómica microbiana como herramienta biotecnológica, identificando genes de interés aplicables en agricultura sostenible y en la recuperación de suelos degradados; además conservar la biodiversidad microbiana como recurso estratégico, integrando ciencia y conocimiento local para reforzar la sustentabilidad del Geoparque.
Los beneficios abren oportunidades para la conservación del ecosistema y la innovación biotecnológica a partir de la diversidad genómica microbiana de Oaxaca, posicionando al Geoparque como modelo global de integración entre agricultura tradicional, ecología y biotecnología, señaló.