El Día de Todos los Santos: Un altar para los más pequeños

Para recordar a las almas pequeñas. Cada 1° de noviembre, Día de Todos los Santos, las familias mexicanas esperan el regreso de las almas de los niños fallecidos, a quienes llaman “muertos chiquitos”.

Para honrar su memoria, preparan altares llenos de colores y dulzura, donde colocan fotografías, juguetes y alimentos que les gustaban en vida.

Tal es el caso de Erika, ella es madre de 3, pero desafortunadamente su pequeño Enrique perdió la batalla contra el cáncer.

Como el altar que coloca Erika, sí suelen incluir pan de muerto, calaveritas de azúcar y flores de cempasúchil, cuyas pétalos, junto con el incienso, guían a los pequeños espíritus de regreso al hogar. 

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