La reciente investigación que reveló la mansión en donde vive el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán y su familia, ha sido acompañado por múltiples críticas de la oposición por los dichos de “austeridad republicana” con los que se maneja la Cuarta Transformación.
Ahora, la crítica ha traspasado fronteras, pues en fechas recientes el senador republicano por el estado de Texas, Ted Cruz, pidió al presidente norteamericano Joe Biden presionar a su homólogo mexicano, AMLO, para frenar la violencia contra periodistas en el país.
A estos señalamientos se sumó también el columnista Michael Reid “Bello” del diario inglés The Economist, quien consideró que esta información contra el primogénito de AMLO se pueden considerar como un “cambio de juego” en su sexenio, donde la primicia ha sido “gobernar con el ejemplo”.
En este sentido, aseguró que las acciones que ha realizado el jefe del Ejecutivo Federal, en las que ha arremetido sin piedad contra Carlos Loret de Mola, Claudio X. González, entre otros, es porque “siente claramente el peligro” detrás de las acusaciones.
“Desde que saltó la noticia el mes pasado, en sus conferencias de prensa matutinas de varias horas ha seguido el libro de texto populista de distraer la atención inventándose enemigos del pueblo”, escribió el periodista. Entre esos enemigos, Reid destacó a Loret de Mola, al gobierno español a quienes amenazó con pausar las relaciones.
Sin embargo, el periodista consideró que AMLO tiene en la agenda otras cosas que demostrarle a México, como lo que consideró un deficiente manejo de la pandemia, la recuperación tardad de la economía, y el aumento en los delitos violentos.
Pero consideró que a pesar de esto, se puede vislumbrar que AMLO “ganará un referéndum revocatorio diseñado por él mismo sobre su gobierno”, aunque advirtió que la prueba realmente dura podría llegar con las elecciones a gubernaturas en seis estados en junio próximo.
“Bello”, concluyó que Andrés Manuel López Obrador tiene un gran reto por enfrentar, pero sin duda, se esforzará con todas sus ganas para evitar que el escándalo de su primogénito en Houston se convierta en un símbolo dentro de su gobierno, y para toda la historia.
Fuente: Infobae