𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
En Estados Unidos, Alina Habba, exabogada y vocera política del presidente Donald Trump, presentó su renuncia como fiscal federal interina en el estado de Nueva Jersey, luego de que un tribunal federal determinara que su nombramiento era ilegal.
La decisión fue emitida por el Tercer Circuito de Apelaciones, el cual concluyó que la designación violó la Ley Federal de Reforma de Vacantes, una norma que establece los requisitos y procedimientos para ocupar cargos federales cuando no hay nombramientos formales aprobados por el Senado.
Habba fue colocada en el cargo por la administración Trump en marzo de este año, a pesar de carecer de experiencia directa en el Departamento de Justicia y sin pasar por el proceso regular de confirmación. Su llegada reemplazó a John Giordano, quien fue nombrado embajador de Estados Unidos en Namibia.
Semanas después, una jueza federal designó a la primera fiscal adjunta, Desiree Leigh Grace, como responsable del distrito, pero la decisión fue revertida cuando la entonces fiscal general en funciones, Pam Bondi, despidió a Grace y reinstaló a Habba, lo que desencadenó una batalla legal que culminó con el fallo conocido esta semana.
El caso que detonó la revisión judicial fue impulsado por un acusado de delitos relacionados con armas y drogas, quien alegó que Habba no tenía autoridad legal para supervisar su proceso, ya que su nombramiento era inválido.
Tras el fallo, Habba anunció su renuncia a través de un comunicado en redes sociales, donde afirmó que lo hacía para “proteger la estabilidad e integridad del cargo”, pero advirtió que su decisión no debe interpretarse como una derrota. “Cumplir no es rendirse”, señaló.
El Departamento de Justicia no ha informado quién asumirá el cargo de manera definitiva, mientras analistas señalan que este episodio podría tener implicaciones para otros nombramientos hechos durante este periodo presidencial.
