
𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
La prohibición del uso de redes sociales para menores de 16 años en Australia entrará en vigor este miércoles 10 de diciembre, convirtiéndose en una de las regulaciones tecnológicas más estrictas del mundo. La medida busca combatir riesgos como adicción digital, acoso, depresión y exposición a contenido inapropiado.
Sin embargo, la norma ya genera debate internacional: adolescentes de distintos países reaccionan con opiniones divididas, entre apoyo, rechazo e incertidumbre.
En Sídney, donde la ley aplicará de manera directa, tampoco hay consenso. “No creo que el gobierno sepa realmente lo que hace”, opinó Layton Lewis, de 15 años.
Su madre ve la medida como un respiro para la salud mental juvenil:
“Podrán volver a convivir cara a cara, como antes”.
Organizaciones tecnológicas en Australia advierten que la regulación enfrentará retos técnicos para verificar edades y evitar evasiones con cuentas falsas o herramientas digitales.
El gobierno australiano aseguró que supervisará su implementación y no descarta sanciones a plataformas que no cumplan.