
𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Tegucigalpa, Honduras.- La tensión postelectoral continúa creciendo luego de que el Consejo Nacional Electoral mantuviera prácticamente detenido el conteo de votos tras los comicios presidenciales del domingo. Desde el último corte oficial —difundido el lunes al mediodía— el organismo no ha actualizado resultados y anunció el cierre del sistema preliminar por fallas técnicas en la transmisión de actas.
Con 57% de las actas procesadas, el país se encuentra en un empate técnico entre los opositores Nasry Asfura y Salvador Nasralla, separados por apenas 515 votos. Asfura suma 39.91% y Nasralla 39.89%. Muy atrás, con 19.16%, se ubica la candidata oficialista Rixi Moncada, del partido Libre.
El CNE informó que 47% de las actas aún no ingresan al sistema: algunas no se transmitieron, otras no pudieron escanearse y deberán ser trasladadas físicamente al Centro Logístico Electoral, donde se realizará un escrutinio especial. La ley otorga al Consejo 30 días para procesar, revisar inconsistencias y emitir la declaratoria final.
La demora ha despertado sospechas y malestar social, reviviendo los temores de fraude como los de 2017, cuando un apagón alteró la tendencia electoral. Tanto Asfura como Nasralla aseguran tener actas que los colocan como ganadores, y exigen transparencia absoluta en el proceso.
La crisis incluso llegó al ámbito internacional. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a Honduras de “intentar alterar los resultados” y advirtió que, de hacerlo, “se armará un escándalo”, exigiendo que el conteo se reanude de inmediato.
Mientras tanto, la Misión de Observación Electoral de la OEA reconoció la participación ciudadana, pero urgió al país a fortalecer la infraestructura tecnológica para evitar fallas como las que hoy mantienen a Honduras en vilo.
El país permanece a la espera de avances oficiales, en lo que ya es una de las elecciones más cerradas y tensas de su historia reciente.