𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
El Senado de Estados Unidos aprobó este domingo, por 60 votos contra 40, avanzar en un acuerdo bipartidista para reabrir parcialmente el gobierno federal, que lleva más de cinco semanas cerrado. El pacto contempla financiar operaciones hasta finales de enero y programar para diciembre una votación sobre la extensión de los créditos fiscales de atención médica que vencen el 1 de enero.
El compromiso fue impulsado por un bloque de senadores moderados —entre ellos Jeanne Shaheen, Maggie Hassan y el independiente Angus King— que cedieron pese a no tener garantías sobre los subsidios de salud, generando tensiones dentro de su propio partido. Cinco votos demócratas resultaron decisivos.
El líder de la mayoría, John Thune, respaldó de inmediato el acuerdo y pidió avanzar con la votación. El cierre ha provocado miles de vuelos cancelados o retrasados, afectado programas alimentarios y dejado sin salario a trabajadores federales.
Desde la bancada demócrata, Chuck Schumer y la mayoría de su partido rechazaron el pacto, calificándolo de insuficiente. El senador Bernie Sanders lo llamó un “error terrible”. En la Cámara de Representantes también hubo críticas de sectores progresistas, que acusan a los moderados de “capitular” frente a los republicanos.
El paquete también prevé revertir despidos ocurridos durante el cierre y garantizar pago retroactivo a empleados afectados. Sin embargo, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, advirtió que no hay compromiso para someter a votación la extensión de los subsidios de salud, mientras el presidente Donald Trump volvió a cuestionar la ley sanitaria.
La medida deberá ser aprobada por la Cámara baja y enviada a Trump para su firma, un proceso que podría prolongarse varios días. Entretanto, continúa el impacto nacional del cierre más largo en años, con afectaciones en aeropuertos, asistencia alimentaria y servicios públicos.
