𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Jerusalén, Israel.- El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, visitó este lunes el sitio donde dos palestinos abrieron fuego contra una parada de autobús en el norte de Jerusalén, ataque que dejó al menos seis personas muertas y 12 heridas.
Durante su recorrido por la intersección de Ramot, Netanyahu aseguró que el país enfrenta una “gran guerra contra el terrorismo” y anunció medidas inmediatas contra las aldeas de origen de los atacantes, identificadas como Qatanna y Al-Qubeibah, al sureste de Ramallah.
“Ahora estamos persiguiendo y cercando las aldeas de donde vinieron los terroristas”, declaró el primer ministro, quien ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas y deseó pronta recuperación a los heridos.
El tiroteo ocurrió en plena hora pico, cuando los agresores dispararon contra decenas de personas que esperaban transporte público. Un soldado israelí y un civil respondieron al ataque y abatieron a los responsables, informó la policía.
La zona fue asegurada por cientos de efectivos ante la posibilidad de más atacantes o explosivos. Imágenes del lugar mostraban un autobús con el parabrisas perforado por balas y pertenencias esparcidas en la vía, mientras paramédicos atendían a heridos en medio del caos.
Netanyahu subrayó que las operaciones en Gaza y Cisjordania continuarán: “Destruiremos a Hamas como prometimos y liberaremos a todos nuestros rehenes”. Recordó además que, pese a los esfuerzos de las fuerzas de seguridad israelíes, “lamentablemente no pudieron impedir el ataque de esta mañana”.
El grupo Hamas celebró el ataque, al que calificó como una “respuesta natural a los crímenes de la ocupación”, aunque no se atribuyó la autoría.
Este atentado es considerado el más mortífero en Jerusalén desde octubre de 2024, cuando siete personas murieron en un tiroteo dentro de un tren ligero en Tel Aviv.
De acuerdo con datos de la ONU, entre el inicio de la guerra en Gaza y julio de 2025, al menos 49 israelíes han sido asesinados en ataques palestinos, mientras que fuerzas israelíes y civiles han abatido a más de 900 palestinos en Israel y Cisjordania.