
𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Darfur, Sudán.– Un alud provocado por lluvias torrenciales arrasó el domingo con la aldea de Tarsin, en la región montañosa de Jebel Marra, dejando sepultados a sus cerca de mil habitantes. Autoridades locales confirmaron que sólo una persona logró sobrevivir a la tragedia.
La avalancha ocurrió tras el desprendimiento de parte de una montaña en una zona controlada por el Movimiento/Ejército de Liberación de Sudán (SLM/A), grupo rebelde que ha permanecido neutral en la guerra civil que enfrenta al Ejército nacional y a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
“El desastre borró a la aldea de la faz de la tierra”, declaró Abdelwahid al Nur, líder del SLM/A, quien pidió a la comunidad internacional intervenir de inmediato para evitar nuevas catástrofes en comunidades cercanas, también amenazadas por las precipitaciones.
La ONU respondió al llamado a través de su coordinador humanitario interino en Sudán, Luca Renda, quien aseguró que se están movilizando esfuerzos junto a organizaciones humanitarias, aunque reconoció las dificultades para acceder a la zona debido a la guerra y a los ataques contra convoyes de asistencia en Darfur.
El Consejo Soberano sudanés, bajo control del Ejército, anunció que destinará recursos para apoyar a los damnificados, mientras que grupos rebeldes aliados a las FAR declararon un alto el fuego temporal para colaborar en labores de rescate y prevención de nuevos deslizamientos.
La región de Jebel Marra, refugio de miles de desplazados por la violencia, es una de las más castigadas por el conflicto armado que atraviesa Sudán. La catástrofe natural se suma a la crisis humanitaria que vive el país, donde el acceso a la ayuda internacional sigue siendo limitado por la inseguridad.