𝐏𝐨𝐫 𝐆𝐮𝐬𝐭𝐚𝐯𝐨 𝐌𝐚𝐠𝐚ñ𝐚
Está semana que llovió con intensidad en la ZMG, en muchos lugares era verdaderamente atractivo echarse un chapuzón en las calles, como sucedió en la zona del Mercado de Abastos, donde algunos jóvenes jugaban en el agua. Sin embrago esto implica graves riesgos a la salud. El agua de lluvia, al acumularse, deja de ser limpia casi inmediatamente después de tocar el suelo. Al estancarse, mezcla desechos, excrementos de animales, productos químicos, residuos urbanos y hasta heces humanas. Alejandra Jiménez doctora con amplia experiencia recomienda no hacerlo
No se arriesgue, no sólo enfermedades, sino también puede ser arrastrado por la corriente del agua y ser el último chapuzón de su vida.