𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Madrid, España.- Los incendios forestales que azotan varias regiones de España desde hace días han dejado, hasta este martes, dos personas muertas y decenas de heridos, al menos dos de ellos en estado grave. Las llamas siguen activas en comunidades como Castilla y León, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid, donde las autoridades han decretado diferentes niveles de emergencia.
En Madrid, un hombre de 50 años murió tras sufrir quemaduras en el 98 % de su cuerpo durante el incendio en Tres Cantos. Trabajaba como mozo de cuadra en un centro hípico y, según testigos, intentó rescatar a más de veinte caballos que finalmente perecieron. El siniestro obligó a evacuar a cerca de 200 vecinos y ha consumido unas 1,500 hectáreas; aunque sigue activo, el perímetro se encuentra estabilizado.
La segunda víctima fue un voluntario que participaba en las labores de extinción de un incendio de nivel 2 en Molezuelas de la Carballeda (Zamora), que posteriormente se extendió a León. Murió junto a otro colaborador que resultó herido cuando “dos lenguas de fuego se juntaron de forma sorpresiva”, explicó el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones. En esta provincia, las complicaciones obligaron a desalojar a más de 5,500 personas de una veintena de municipios, sumándose a otros 1,500 evacuados en Zamora.
En Galicia, doce de los dieciséis incendios de más de veinte hectáreas se concentran en Ourense. En Oímbra, cuatro bomberos resultaron heridos, dos de ellos con pronóstico reservado. El gobierno regional activó la situación 2 de emergencia en toda la provincia.
En Andalucía, el incendio intencionado de Tarifa (Cádiz) fue estabilizado y se redujo la alerta a fase de preemergencia, lo que permitió el regreso de 900 vecinos desalojados en las playas de Atlanterra y Los Alemanes.
En Extremadura, con 12 fuegos activos, se ordenó la evacuación de dos localidades y el confinamiento de otra, afectando a unas 705 personas, aunque el número real podría ser mayor debido a la afluencia turística.
Las autoridades mantienen desplegados amplios dispositivos de bomberos, militares y voluntarios, mientras las altas temperaturas y el viento complican las labores de extinción.
