Hace 30 años a Sonia Solorzano le cambió la vida, como a cientos más. Sobrevivió a las explosiones del 22 de abril… el bastón que la ayuda a caminar le recuerda todos los días esa mañana en la que iba en el camión rumbo a su trabajo de secretaria y que casi la deja cuadripléjica pero pese a los pronósticos, sigue en pie.
“Yo nada más sentí un golpe muy, muy fuerte en el piso, no sé cómo, pero algo fuerte, no sé cómo explicártelo y volamos, ya no recuerdo más hasta que recobro el conocimiento tirada atrás del asiento del chófer. Antes de llegar a mí, había cuatro personas muertas encima de mí, entonces por eso a mí me daban por muerta, yo no entendía qué estaba pasando, pero tenía las piernas cruzadas, la pierna derecha totalmente volteada, el tobillo lo tenía para arriba”
Tiene secuelas en la columna y vive siempre con dolor. Ella es parte de las 57 personas que aún son apoyadas por el fideicomiso.
Alejandra Gómez