Desde hace más de cuatro años, el templo de San Francisco, ubicado en 16 de Septiembre y Prisciliano Sánchez, permanece cerrado al público debido a que sufrió daño estructural a causa de las obras de la Línea 3 del Tren Ligero. El ingeniero Alfredo Varela, explicó que el templo está construido sobre dos tipos de suelo, por lo que con un sismo de 4 grados podría venirse abajo, pide a las autoridades hacer una intervención urgente.
“Una parte está sentada sobre un queso, y la otra sobre una gelatina, actualmente, y antes, todo estaba sobre una gelatina, pues todo se comportaba de una manera normal, las vibraciones a la hora del sismo y las aceleraciones eran de acuerdo a la gelatina”
Agregó que desde que comenzó a funcionar la Línea 3 las autoridades no han monitoreado el movimiento que provoca el tren en el templo.
Fernanda Cortez