
𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚 | La Paz, Bolivia
El expresidente de Bolivia, Luis Arce, fue detenido este miércoles en La Paz y trasladado a celdas de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, en medio de una fuerte controversia por presunta corrupción.
De acuerdo con su exministra de la Presidencia, María Nela Prada, Arce habría sido interceptado por agentes que lo subieron a un minibús con vidrios polarizados, sin haber sido notificado previamente ni citado a declarar. Prada calificó el operativo como “un abuso por completo”.
La detención estaría relacionada, según medios locales, con una investigación por irregularidades en el Fondo de Desarrollo Indígena, un caso que se remonta a cuando Arce fue ministro de Economía en el gobierno de Evo Morales. El exmandatario ya había entregado descargos en su momento y, por su rango, correspondería un juicio de responsabilidades.
Arce también enfrenta otra denuncia, presentada por una exfuncionaria, quien lo acusa de haberla embarazado y abandonado, aunque hasta ahora las autoridades no han confirmado cuál de los casos motivó su aprehensión.
La captura ocurre a un mes de que terminara su mandato, el pasado 8 de noviembre, cuando asumió el nuevo presidente, Rodrigo Paz Pereira. La ley boliviana obliga a los expresidentes a permanecer al menos tres meses en el país tras dejar el cargo, para rendir informes y evitar posibles actos de corrupción.
Hasta el momento, ni el Gobierno, ni la Policía, ni la Fiscalía han emitido una postura oficial sobre la detención del exmandatario, que ya generó tensión política y cuestionamientos sobre el debido proceso en Bolivia.
