𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Caracas, Venezuela.- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reapareció este lunes para anunciar la designación de un “nuevo” buró político socialista, aunque integrado por las mismas figuras del chavismo que lo han acompañado por años. El acto se realizó frente al Palacio de Miraflores, en medio de una gran movilización oficialista.
Maduro juramentó a 12 dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela, quienes –dijo– asumirán la dirección política y social de la “revolución bolivariana” en un momento marcado por la creciente tensión con Estados Unidos y el despliegue militar que Washington mantiene en el Caribe.
Entre los nombramientos destacaron Diosdado Cabello, quien seguirá como secretario general del PSUV; Jorge Rodríguez como subsecretario general; y Delcy Rodríguez, actual vicepresidenta, ahora a cargo de la secretaría de Producción y Finanzas. También fueron ratificados Cilia Flores, esposa de Maduro, como secretaria de Estrategia; Gabriela Jiménez en Formación Política; y Tania Díaz en Asuntos Internacionales.
Además, otros funcionarios de alto perfil —como el ministro de Educación, Héctor Rodríguez; el jefe de Gobierno del Distrito Capital, Nahum Fernández; y el diputado Francisco Ameliach— recibieron nuevas responsabilidades dentro de la estructura del partido.
Durante el evento, Maduro volvió a mostrarse bailando ante sus simpatizantes y aseguró que el poder del país “se sustenta en el pueblo y en sus fusiles”. El acto se realizó luego de nuevas fricciones con Estados Unidos, que recientemente advirtió a aerolíneas internacionales sobre los riesgos de sobrevolar Venezuela. Esa alerta provocó que compañías como Iberia, Avianca y Turkish Airlines suspendieran vuelos hacia ese país.
En respuesta, Maduro acusó a Washington de intentar “amedrentar” a Venezuela para apropiarse de sus recursos petroleros, mientras que Estados Unidos afirmó que sus acciones buscan limitar el movimiento de grupos criminales en la región.
El gobierno venezolano ya presentó quejas formales ante la OPEP+ y la Organización de Aviación Civil Internacional, mientras la Casa Blanca insiste en que el espacio aéreo venezolano permanecerá cerrado por seguridad.
La tensión continúa escalando mientras Venezuela enfrenta una compleja crisis política, económica y diplomática.
