𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Lisboa, Portugal.- Autoridades portuguesas realizaron este miércoles por la noche nuevas pruebas en la Calçada da Glória, dos semanas después del trágico accidente del Elevador da Glória que dejó 16 personas muertas y más de dos docenas de heridos.
Agentes de la Policía Judicial, la PSP, la empresa Carris y la Oficina de Investigación de Accidentes retiraron los restos del cable del funicular para su preservación por parte de la Fiscalía, según informó el diario DN.
Los resultados preliminares de la Oficina de Prevención e Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios (GPIAAF) apuntan a que la rotura del trambolho –pieza que conecta el cable con el vehículo– fue la causa directa del descarrilamiento. Con las nuevas pericias, los investigadores buscan determinar por qué falló la resistencia del material.
El descarrilamiento ocurrió la tarde del 3 de septiembre, cuando el histórico funicular perdió el cable y se estrelló contra un edificio en la Calçada da Glória. En el siniestro murieron 11 extranjeros y cinco portugueses, entre ellos cuatro empleados de la Santa Casa da Misericórdia y el guardafrenos del ascensor, André Marques, de 40 años, a quien Carris homenajeó bautizando un tranvía con su nombre.
Inicialmente se confirmaron 15 muertes, pero días después falleció uno de los heridos graves, elevando la cifra a 16.
Carris aseguró que el Elevador da Glória cumplía con todos los protocolos de mantenimiento: revisiones generales cada cuatro años (la última en 2022), reparaciones cada dos años (la última en 2024), inspecciones mensuales, semanales y diarias. El día del accidente incluso pasó una revisión de rutina de media hora que le dio el visto bueno para operar.
Pese a ello, el siniestro desató un debate nacional sobre la seguridad de los transportes históricos de Lisboa y llevó a las autoridades a suspender temporalmente el servicio de otros tres funiculares de la ciudad hasta que se completen nuevas inspecciones.
