
𝐏𝐨𝐫 𝐒𝐚𝐦𝐚𝐧𝐭𝐡𝐚 𝐅𝐨𝐧𝐬𝐞𝐜𝐚
Saná, Yemen.- Al menos dos personas murieron y 35 más resultaron heridas este domingo tras los ataques del Ejército de Israel contra Saná, capital de Yemen controlada por los rebeldes hutíes desde 2014, informó el Ministerio de Salud y Medio Ambiente de los insurgentes.
El balance preliminar, difundido por la agencia oficial Saba —bajo control hutí—, detalla que los equipos de defensa civil trabajan para apagar los incendios provocados por los bombardeos y localizar a desaparecidos.
Las autoridades rebeldes condenaron la “criminal agresión sionista” al señalar que los ataques tuvieron como objetivo instalaciones civiles y de servicios. También responsabilizaron a Israel y a sus aliados, en alusión a Estados Unidos, de las consecuencias de lo que calificaron como “acciones peligrosas de provocación”.
Por su parte, el ministro de Información hutí, Hashem Sharaf Addin, aseguró en su cuenta de X que los ataques israelíes no disuadirán al grupo respaldado por Irán de continuar lanzando misiles y drones contra Israel en apoyo a los palestinos en Gaza.
Según el funcionario, entre los objetivos alcanzados se encuentran una gasolinera y plantas eléctricas, lo que provocó cortes de energía y daños en infraestructura.
En contraste, el Ejército israelí afirmó haber bombardeado un complejo militar, dos plantas eléctricas y un almacén de combustible presuntamente utilizados por los hutíes para actividades bélicas. En un comunicado, defendió además su ataque en la zona del palacio presidencial de Saná, argumentando que ahí “operan las fuerzas militares” de los insurgentes.
Los rebeldes hutíes han lanzado de manera recurrente misiles balísticos y drones contra territorio israelí, la mayoría interceptados, asegurando que sus acciones son en solidaridad con los palestinos tras la guerra en Gaza, iniciada el 7 de octubre de 2023 con los ataques de Hamás.
Pese al alto el fuego pactado en mayo entre los hutíes y Estados Unidos, principal aliado de Israel, los enfrentamientos en la región persisten.